¿Un olor? Jazmín y clavel. ¿Un color? Cualquier azul pastel. ¿Y un punto débil? Merendar pestiños.
Ella estaba perdida en muchos sentidos, en la oscuridad y sin esperanza. Sin conocerla de nada y a la vez de todo la echo de menos. Puede ser fruto de mi imaginación, pero siempre está esa vocecita en mi interior y las señales que me guían, aún
así la vida sería más fácil si ella estuviese aquí. Me siento orgullosa de haber heredado tantos rasgos suyos, y parecerme a ella es sin duda el mejor piropo que jamás he tenido. Ella es mi pasado, presente y futuro.
Para ti, mi ángel de la guarda.